Como probablemente sepa, los motores de combustión interna producen gases de escape durante su funcionamiento normal. Tras la combustión, los gases de escape salen de los cilindros del motor y fluyen por el sistema de escape del vehículo antes de ser expulsados por el tubo de escape.
El sistema de escape consiste en una serie de tubos metálicos que dirigen los gases de escape hacia la parte trasera o lateral del vehículo, donde pueden ser descargados de forma segura. Aunque el sistema de escape es relativamente sencillo de manejar, desempeña un papel importante en el rendimiento del motor.
Cualquier problema con el sistema o sus tuberías puede provocar problemas de conducción. Un tubo de escape defectuoso o dañado suele provocar una serie de síntomas que alertan al conductor de posibles problemas.
Componentes del sistema de escape
El sistema de escape es un sistema complejo formado por varios componentes que deben realizar 3 funciones diferentes en los coches y motos
para extraer los gases de escape emitidos por el motor
para reducir el ruido causado por la explosión
reducir la capacidad de contaminación del propio gas antes de que llegue al exterior
La función catalizadora, que no existía en el pasado, desempeña ahora un papel fundamental en la solución de los problemas atmosféricos y climáticos causados por la contaminación de los gases de escape de los automóviles y las fábricas, y es obligatoria en todos los sistemas de escape modernos.
¿Qué ocurre si se rompe un tubo de escape?
Cada tubo de escape consta de siete componentes principales que se alinean desde el motor hasta la parte trasera del coche.
Colectores
Silenciador
catalizador
Tuberías
Resonador
Extremo del tubo de escape
Después de salir del motor, los gases de escape pasan por una serie de tubos, cuyo número corresponde al número de cilindros, hasta el colector, que sirve para inhibir el movimiento del motor durante el proceso de combustión y consiste en una malla sellada de cables de acero para evitar la dispersión de los gases de escape. El silenciador tiene dos funciones principales: reducir el ruido y filtrar los gases a través de un catalizador integrado antes de que salgan del tubo de escape y entren en la atmósfera.
Es importante recordar que al suprimir los gases de escape, el silenciador aumenta la compresión en el cilindro e inevitablemente reduce parte de la potencia producida por el motor, especialmente en los motores de dos tiempos de las motos, por lo que existen diferentes variantes, diseñadas específicamente para cada necesidad, con diferentes formas de minimizar la pérdida de potencia.
La combustión del motor produce gases a presiones de hasta 8 bares y temperaturas de hasta 1000 grados Celsius. Por ello, los sistemas de escape se fabrican con materiales extremadamente resistentes al calor: materiales como el titanio y la fibra de carbono se utilizan en los coches de carreras, mientras que en los vehículos de producción en serie se emplean planchas de hierro y acero, más baratas pero extremadamente resistentes al calor.
¿Qué ocurre si se rompe un tubo de escape?
En la mayoría de los casos, identificar una avería en el sistema de escape es sencillo: los agujeros, las fugas o las averías pueden provocar un aumento significativo del ruido de la combustión, y si nota que sale humo negro del escape y siente una pérdida repentina de potencia del motor, debe acudir a un taller.
Ignorar los problemas del sistema puede ser peligroso, ya que algunas partes del sistema pueden desprenderse del vehículo y potencialmente atropellar a otros coches o personas en la carretera.
Para reducir el ruido del silenciador, reducir las vibraciones, prevenir daños en el motor, reducir el consumo de combustible y evitar el riesgo de recibir multas por incumplimiento de la normativa sobre ruido y contaminación, se recomienda una revisión en el taller cada tres o seis años. Este periodo también depende en gran medida del número de kilómetros que suele recorrer al año y de su estilo de conducción.
Si el tubo de escape se rompe, ocurrirá lo siguiente.
Reducción significativa de la potencia del motor (menor aceleración).
Un aumento del consumo de combustible.
Aumento de las emisiones.
Ruido excesivo bajo el coche.
El olor de la gasolina cruda.
Ruido metálico causado por la caída de una o varias piezas.
Además de todos estos problemas, un tubo de escape dañado (con grietas, agujeros o desperfectos) impedirá pasar la ITV.
¿Por qué se rompe el tubo de escape?
Un soporte en mal estado, una abrazadera de goma agrietada o un conector muy corroído pueden hacer que el tubo de escape vibre fuertemente al acelerar o al conducir por carreteras en mal estado, pero también en parado y al ralentí. Las averías pueden ser progresivas y siempre vale la pena anotar cualquier ruido nuevo que escuche en su vehículo.
¿Qué ocurre cuando se conduce sin escape?
Lo primero que notarás es un ruido excesivo, como el de esos coches americanos sobrealimentados. La segunda cosa que notarás es una fuga excesiva de gas en la parte trasera del coche. Será difícil no darse cuenta y si te pilla la policía te garantizan una multa.
Aunque no haya ninguna fuga en el tubo de escape, el monóxido de carbono que normalmente sale del tubo de escape y es expulsado del coche subirá y entrará en el coche. La inhalación de CO puede provocar mareos, dolores de cabeza y náuseas. Son cosas que hay que evitar en general, pero especialmente cuando se conduce.
¿Cómo puedo reparar mi escape?
Si el problema de su escape es sólo superficial y no necesita ser sustituido o reparado en un taller especializado, puede tapar el agujero de dos maneras.
Probablemente, la técnica más sencilla para reparar un escape perforado es utilizar cinta de aluminio para tubos, también conocida como cinta para tubos o cinta de escape. Esta técnica es rápida y fácil de hacer, pero no es muy fuerte y no es tan duradera.
Por otro lado, una soldadura bien hecha puede costar actualmente entre 30 y 40 euros. En ambos casos, sin embargo, esto sólo pospondrá el problema durante unos meses.
¿Cuánto cuesta un tubo de escape?
Hoy en día existe una amplia gama de modelos y marcas en el mercado de tubos de escape. En general, se puede comprar un tubo de escape nuevo por entre 80 y 250 euros, según la marca y el tipo de coche.
Recuerda que también puedes recurrir al mercado de la posventa y preguntar en el desguace por la disponibilidad y los precios. Su taller de reparación de automóviles local puede indicarle la dirección correcta. Hay algunos coches destrozados que tienen algunas piezas casi intactas, y vale la pena intentarlo: puedes ahorrar mucho dinero.
Cómo dañar su coche a través del tubo de escape
En Internet (donde, por desgracia, cada vez circulan más noticias falsas y consejos peligrosos) son frecuentes las discusiones sobre cómo dañar tu coche bloqueando el tubo de escape.
Si se cubre el tubo de escape con un trapo mojado, una patata o un plátano (como Eddie Murphy en la película Hollywood Super Sleuth), el coche simplemente dejará de funcionar o ni siquiera arrancará. El riesgo para la seguridad del conductor sería aún mayor.
Al no poder salir, los gases de escape quedarían atrapados en el sistema de escape, impidiendo el funcionamiento del motor.
El problema es que este aire tóxico puede entrar en el habitáculo, con graves consecuencias para la salud y la seguridad de los ocupantes del vehículo.