Comprender este concepto es clave para entender el rendimiento del vehículo y los requisitos de servicio. Tenga en cuenta los siguientes artículos.
Qué son las revoluciones por minuto
Las RPM de un motor de coche o moto son el número de revoluciones por minuto del cigüeñal del motor. En pocas palabras, ¿recuerda la película Titanic? Hay una escena en la que se ordena al barco que acelere y se muestra el enorme motor girando cada vez más rápido a medida que los directivos le echan más carbón. Pues bien, lo que se hacía girar era el cigüeñal de la nave, y cada revolución correspondía a un determinado número de revoluciones. El carbón sería el pedal de aceleración del coche. Por lo tanto, cuanto más acelero el coche, más acelera el motor y, por lo tanto, más aumenta el número de revoluciones. Al mismo tiempo, cuanto más acelero, más gasolina inyecto y más cuesta.
En un coche mecánico, que ahora tiene 5 o 6 marchas, la lógica es la siguiente.
En la primera marcha, hay más potencia y menos revoluciones, es decir, cada revolución expresa la potencia en lugar de la velocidad.
En la segunda marcha hay menos potencia y más revoluciones, y así hasta la última marcha.
Por último, en la quinta marcha, el motor funciona suavemente a una velocidad más alta, con menos potencia que al principio del movimiento.
¿Qué ocurre cuando conduzco a altas revoluciones?
Cuando conduzco a altas revoluciones, ocurren dos cosas principales. Lo menos perjudicial para el coche, pero sin duda lo más dañino para nuestros bolsillos, es que los que prefieren conducir distancias cortas o al límite de velocidad se quedan sin gasolina más rápido. El segundo problema es más grave.
Automático o mecánico, ¿cuál elegir?
Si acostumbra a conducir a altas revoluciones, o incluso a abusar de él, sin engranar las marchas, corre el riesgo de sobrecalentar el motor, quemarlo y requerir una revisión completa. ¿Por qué? Porque tiene que haber un desajuste entre las velocidades que pueden manejar la primera y la segunda marcha. Sólo así se puede reducir la carga del motor y garantizar que no se sobrecaliente para que pueda seguir funcionando a la velocidad a la que el motor puede funcionar.
La importancia de un buen mantenimiento preventivo
¿Cuándo debo correr a alta velocidad?
No te vayas a los extremos. En algunos casos, es bueno correr a altas revoluciones. He aquí algunos ejemplos.
En las ciudades con mucha gente o cuando se hace funcionar el coche a bajas revoluciones durante mucho tiempo, los catalizadores de algunos vehículos pueden obstruirse porque no emiten los gases de escape correctamente. No intentes siempre ahorrar combustible conduciendo a bajas revoluciones. Las consecuencias son mucho más graves a largo plazo. Cuida bien tu máquina.
Si tienes que despegar en una pendiente. Si no acelera lo suficiente, el coche se cala o, peor aún, da marcha atrás.
Adelantar en el tráfico. Dependiendo de la situación y de las capacidades de su vehículo, es posible que tenga que reducir la velocidad para adelantar. Por supuesto, la reducción de marcha aumenta las revoluciones, pero también aumenta la potencia del motor.
En general, conducir a un número de revoluciones muy bajo es indeseable, ya que no sólo obstruye el catalizador, sino que también provoca otros daños al hacer funcionar el motor por debajo de su rendimiento óptimo. Teniendo esto en cuenta, es importante tener en cuenta que el par máximo (Nm) y la potencia máxima (CV) del vehículo nunca se expresan a las revoluciones más bajas, sino normalmente a 3.000 rpm o más. Esto depende en gran medida del tipo y modelo de vehículo.
¿Cuándo es necesario el mantenimiento correctivo?
¿Existen normas sobre la velocidad a la que debo conducir?
No hay un régimen de motor específico, todo depende del uso que haga de mi vehículo.
Si conduces por un terreno accidentado o haces un viaje en jeep, puedes maniobrar en segunda velocidad a 4.000 rpm. Mientras tanto, en quinta marcha, se puede circular a 100 km/h por la Ruta 5 a 3.000 rpm con un motor absolutamente suave.
La mejor manera de determinar si las revoluciones, las velocidades y las marchas están en sintonía es escuchar el sonido de su motor.
Escuche su motor. El motor debe hacer un sonido, no «gritar». Si «grita», es el momento de cambiar de marcha. Cambia de marcha antes de sentirlo «gritar».
Cada vez es menos, pero se nota. Especialmente en las marchas más bajas, el motor tiende a vibrar más al cambiar de marcha. Toca tu coche.
En su forma más sencilla y mundana. De vez en cuando, mire el tacómetro, el signo de los números del 1 al 8 al lado del velocímetro. Suele variar entre 2000 y 3000 rpm. No te acostumbres a mirar sólo el velocímetro, sino que escucha y siente las revoluciones del motor.