Un componente del vehículo desconocido cuyo fallo puede causar graves daños al coche.
Que pasa si el guardapolvo está roto
Entre los componentes mecánicos de un coche, hay algunos más conocidos y otros más específicos de los que muchos conductores pueden no haber oído hablar. Sin embargo, esta ignorancia no significa que no puedan causar graves problemas, como es el caso del guardapolvo del coche.
También conocida como caja de aire, es, a primera vista, la parte menos importante de la cadena cinemática. Sin embargo, desempeña un papel importante en la prevención de averías graves. Para entender su función, hay que ver cómo funciona la caja de cambios.
El movimiento del motor se transmite a través de una serie de componentes (embrague, caja de cambios y eje de transmisión) al diferencial, que se encuentra en el eje de transmisión del vehículo.
Desde el diferencial, cada rueda tiene una palanca de embrague que conecta el diferencial con la rueda. Esto se consigue mediante una junta de velocidad constante, que se encarga de transmitir el movimiento de rotación, incluso cuando no está alineada con el eje de la rueda.
Función del guardapolvo
Las juntas están protegidas por fuelles o guardapolvos que, como su nombre indica, protegen las juntas del polvo y la suciedad del exterior. También contienen grasa, que lubrica todo el sistema y permite que funcione correctamente.
Cuando fallan, no se trata de un fallo inmediato, sino de un deterioro gradual: el lubricante empieza a gotear y entran contaminantes (polvo, agua o suciedad). Esto conduce a un desgaste gradual del sistema y puede incluso hacer que los rodamientos se agarroten y dejen de funcionar correctamente.
Esto conlleva un aumento de las vibraciones en el volante, que sólo son molestas al principio. Sin embargo, el desgaste aumentará hasta el punto de que el rodamiento puede llegar a romperse.
Una avería de este tipo no requiere necesariamente un viaje al taller, pero se necesita al menos un espacio de trabajo y cierta habilidad. En el mejor de los casos, se puede utilizar un guardapolvo universal, que es muy flexible y se puede colocar sin desmontar toda la estructura. En el peor de los casos, hay que desconectar el diferencial o el cojinete de la rueda, un proceso complejo que es mejor dejar en manos de los expertos.