Los fabricantes de automóviles trabajan constantemente en nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia de los motores de combustión interna y reducir las emisiones. Uno de estos sistemas es la desactivación de cilindros, una tecnología que promete un ahorro de combustible de hasta el 20% al desactivar la mitad o parte de los cilindros de un motor.
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La desactivación de cilindros es cada vez más popular en todas las marcas y ahora se puede encontrar en modelos de Audi, Alfa Romeo y Ford que van desde simples furgonetas hasta impresionantes coches deportivos. El sistema, que parece sencillo en teoría y a primera vista, consiste en desactivar algunos de los cilindros del motor para evitar que consuman más combustible cuando la carga de combustible es baja o media.
En otras palabras, el propósito de desactivar los cilindros es en situaciones en las que no se requiere toda la potencia del motor, por ejemplo, cuando se conduce lentamente en una carretera plana o cuando no se requiere una aceleración significativa. El proceso de activación y desactivación es mucho más rápido de lo que te da tiempo a parpadear, por lo que es difícil darse cuenta del proceso al volante (a no ser que te alerte la luz de aviso en el salpicadero).
¿Cuándo entra en funcionamiento la desactivación de cilindros de gas?
Desactivación de cilindros
La desactivación de cilindros de gas no es una tecnología nueva; existe desde hace décadas: se experimentó por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial. La primera aplicación del sistema en el mundo del automóvil fue introducida en 1979 por General Motors, con el apoyo de Eaton, con el motor V8-6-4, un bloque motor V8 de 6,4 que podía funcionar con ocho, seis o cuatro cilindros y que se instaló, por ejemplo, en la gama Cadillac de 1971.
Y este sistema, aunque mejorado a lo largo de los años, no es fundamentalmente diferente del que utilizan las marcas actuales. Eaton desarrolló un microprocesador que no abre las válvulas de escape y admisión de dos o cuatro cilindros, por lo que no reciben combustible. La desactivación de los cilindros no significaba que los cilindros inactivos permanecieran inmóviles, sino que los pistones seguían subiendo y bajando normalmente, sólo que no se producía la combustión.
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La desactivación de cilindros no se abandonó hasta hace unos años, principalmente porque provocaba importantes vibraciones y no mejoraba significativamente la eficiencia. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, ahora podemos beneficiarnos de sistemas como el Audi COD (abreviatura de Cylinder On Demand), que, según la marca, puede ahorrar hasta un 20% en el consumo de combustible desconectando el encendido y la inyección de combustible, cerrando las válvulas de escape y admisión y moviendo los componentes a lo largo del árbol de levas mediante pasadores accionados electromagnéticamente.
Otras versiones del sistema de desactivación de Audi, como el utilizado en el motor W12 del primer Audi A8, alternaban la desactivación de un bloque motor a otro para mantener la temperatura correcta del catalizador. En la actualidad, este sistema de desactivación se combina con un soporte de motor activo para minimizar las vibraciones causadas por el desequilibrio del motor.
Y no sólo en los motores de cuatro o más cilindros, sino también en los de tres: el Ford Fiesta estará disponible desde principios de 2018 con un motor EcoBoost de 1,0 litros con desactivación de cilindros, que desactiva automáticamente uno de los cilindros del motor cuando no se necesita toda la potencia. Puede activar o desactivar un cilindro en 14 milisegundos, lo que es unas 20 veces más rápido que el flash.
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